
La diferencia está cuando aceptamos “la mentira” como medio (Entiéndase la mentira como todo aquello que contradice a Dios y a su palabra) para conseguir un fin cualquiera que este sea, así sea algo que tenga que ver con el mismo Dios. (Gálatas 1:8)
En el Cristianismo, en su palabra claramente está determinado que “El fin NO justifica los medios”. Pongamos unos ejemplos:
- Si predicamos que cuando conozcamos a Dios todos nuestros problemas desaparecerán y seremos felices y exitosos, (según la felicidad y el éxito del mundo), estamos mintiendo. (Muchos lo hacen porque creen que de esa manera muchos podrían llegar a los pies de Dios).
- Si dejamos que nuestras iglesias sean lugares de entretenimiento y espectáculos en vez de un lugar de oración, santidad, aprendizaje y koinonía genuina, estamos mintiendo.
- Si utilizamos los púlpitos para buscar un beneficio propio, llámese monetaria, lucrativa, material o alguna cosa fuera de la verdad espiritual, estamos mintiendo.
- Cuando torcemos la palabra verdadera de Dios para ajustarla a nuestras necesidades, dándole un significado fuera de la justicia y esencia real, estamos mintiendo.
- Si utilizamos métodos humanos para el crecimiento de la iglesia, programas que atraigan cantidad pero que no están respaldados bíblicamente, que den rienda suelta al atractivo humano pero no fomenten el arrepentimiento, estamos mintiendo.
- Cuando predicamos aquello que la gente quiere escuchar, alimentando su ego y su yo interior, supra elevación de la autoestima (Auto-ayuda emocional basada en filosofías humanas, metafísica, auto-control, decretar y declarar sin la guianza del espíritu, etc.)
De esta manera se ha colado un sin número de doctrinas y falsedades en la iglesia de Cristo, han dejado que la mentira se mezcle con la verdad buscando beneficios humanos (materiales o terrenales), esta corriente ideológica nació de una mente retorcida que solo buscaba su bien (ver la biografía de NicolásMaquiavelo)
Es que realmente se ha cambiado el significado de temor a Dios por algo vano y sin reverencia.
(2 Corintios 5:10)
«es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo»
No justifiquemos ningún procedimiento que ponga en duda la intención salvífica y amorosa de nuestro Dios, jamás utilicemos caminos que contradigan la justicia moral espiritual que es el fundamento establecido por Dios para su comunión.
Dios le bendiga en sabiduría y conocimiento de su palabra.
Atte: Arturo Piña
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